Los Lentivirus
Este genero de virus pertenecen a la familia de los retrovirus.
Son
virus como el VIH o el
VIS (virus de la inmunodeficiencia simia), cuyo
período de incubación es muy largo; provoca un avance muy lento de la infección. Su nombre contiene el prefijo latino lenti- que significa despacio, aludiendo a
la demora con que aparecen o la lentitud con que se desarrollan los signos de
las infecciones que producen. Los
lentivirus se diferencian de otros retrovirus en que solo pueden infectar las
células que no están en proceso de división.

Clasificación
Se clasifican, según
los huespedes a los que afectan,
en cinco serogrupos, que se han
encontrado respectivamente en vacas, gatos,
caballos, ovejas (y cabras) y primates; incluido el hombre. El serogrupo de primates se
distingue por tener por receptor a la proteína CD4 y por la ausencia de dUTPasa
(desoxiuridín-trifosfatasa).
Algunos grupos
presentan antigenos semejantes
que dan lugar a reactividad cruzada. La reactividad cruzada en leones y otros
grandes felinos indica que existen en éstos virus relacionados al de la
inmunodeficiencia del gato.
Infección
Las infecciones producidas por lentivirus se
prolongan toda la vida, porque no sólo se integran en el genoma, sino que
eluden las defensas inmunológicas del
huésped. Logran esto último a través de una elevada tasa de mutación, lo que facilita la evolución del
genoma dentro de cada huésped, y a través de su habilidad para infectar a las
células responsables de la inmunidad. Las
patologías asociadas a su presencia tienen que ver con el deterioro
que provocan en el sistema inmune, y son muy variables; por ejemplo, el mismo
virus produce en las ovejas las enfermedades llamadas Maedi, por infiltración
linfocítica de los pulmones, y Visna, por ataque autoinmune de los oligodendrocitos infectados.
Los lentivirus no requieren de vectores para su transmisión, ni
tampoco se ha observado que sean transmitidos por vectores. El contagio depende
del contacto directo entre individuos.
Los efectos de las
infecciones debidas a lentivirus son muy variables, dependiendo de
la susceptibilidad del huésped, que depende de razones genéticas, de su edad
—siendo más susceptibles los más jóvenes— del estrés fisiológico, y de la cepa del virus, porque entre ellas
puede haber importantes diferencias de virulencia.
Las
infecciones por lentivirus tienen tres etapas al menos:
·
Inicial, aguda, en correspondencia
con una rápida proliferación del virus, que puede ir acompañada de alguna patología
especial pero transitoria.
·
Latencia, con el virus controlado por
el sistema inmunitario y sin manifestarse.
·
Tardía, cuando se inicia una nueva
fase de multiplicación viral rápida y se produce la patología característica.
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